La luna llena en Leo del día 9 de febrero, cierra una etapa de excesivo racionalismo y auto crítica para recordarnos que es necesario que escuchemos lo que el cuerpo necesita para estar en salud. Podemos aprovechar para soltar hábitos alimenticios o de otro tipo que no sean óptimos para nosotros y empezar a poner orden y buenas rutinas para poder hacer real este propósito renovado de vida que hemos comenzado.

El día 17 y 20 de este mes, tenemos dos eventos importantes como son, primero Mercurio retrogradando en Piscis y el aspecto armónico entre Júpiter y Neptuno. Por un lado este tipo de retrogradación nos dice que revisemos si estamos poniendo Amor verdadero a la vida y a las personas que tenemos a nuestro alrededor. Es un momento para meditar y conectar con el Universo, con la Unidad que somos. A esto nos va a ayudar el Sol entrando en Piscis el día 20 arropado por esa preciosa relación entre Júpiter y Neptuno,  pues ellos nos recuerdan que todos estamos unidos por un mismo tejido de Amor incondicional. En esos días podemos sentir que el Ser humano tiene una misión más grande que simplemente la de luchar por conseguir los recursos materiales individuales para la subsistencia. Podremos percibir que somos Seres de Luz encarnados en tierra con el propósito evolutivo de aprender a vivir, ayudándonos unos a otros en todos los aspectos para facilitar la existencia terrenal. Es momento del visionario, del que intuye lo que de verdad ha de crearse en esta etapa.  Sin duda vamos a aprender a actuar acorde con el corazón. Es hora de fundirnos con las estrellas para bajar esa sabiduría espiritual cósmica a tierra y crear una amorosa conexión entre todos.