Nuestro cuerpo está diseñado biológicamente para ser feliz, con lo cual nuestro estado natural de salud implica vivir en mostaza positivo, expresando felicidad independientemente del suceso, simplemente por el hecho de lograr estar vivos. Cuando vamos llenando nuestro cuerpo con la suave luminosidad de la Mostaza positiva, este se vuelve más ligero, se sincroniza mejor y la luz sale de ti a raudales volviéndote más atractivo.
La actitud ante la vida en mostaza positiva es una cuestión de Ser en cuerpo físico, no una cuestión que tenga que estar liderada por las circunstancias del momento.
La Mostaza integra de nuevo un alto nivel de positividad en nuestro cuerpo y nos hace entender cuáles son las claves para que emerja un estado positivo desde el nivel biológico, biocodificando el optimismo, tono vital y luminosidad de la niñez.