Alguna vez te has encontrado haciéndote preguntas tales como ¿quién soy?, ¿qué hago aquí?, ¿para qué sirvo?  O simplemente te has encontrado como un extraterrestre en un mundo que no es el tuyo. 

La Avena es como un GPS, te ayuda orientarte, a saber donde estás, a dar el paso exacto para ir a donde tienes que ir en medio de la neblina emocional. A pesar del lío causado por la vida, la Avena te conecta con la serenidad para integrar y hacer lo que hay que hacer en cada momento. Tal y como lo cuento, dirás: “entonces Avena en vena”, pues sí, la integración de la avena te ayuda a rellenar el vacío existencial provocado por la falta de propósito. La avena te ayuda a cuestionar el dicho ¨allá donde fueres haz lo que vieres¨ que está muy bien para pasar desapercibido y caer bien, para encajar. Solo hay un problema: que la mayoría de las veces que te mimetizas con la manada sin tener en cuentea tu propósito, tu vocación y tus valores te pierdes.